La historia de Pablo ‘Vitamina’ Sánchez en Liga Deportiva Universitaria de Quito comenzó en 2024 con un impacto inmediato: bajo su mando, el club consiguió el bicampeonato de LigaPro tras vencer en una emocionante final a Independiente del Valle. Su propuesta futbolística, su conexión con los jugadores y su carisma revitalizaron al cuadro albo, devolviéndolo a la cima del fútbol ecuatoriano.
Sin embargo, la temporada 2025 ha presentado nuevos desafíos para el entrenador argentino. En el torneo local, Liga ha mostrado un rendimiento irregular, acumulando cuatro victorias, tres empates y dos derrotas en sus primeros nueve encuentros. Resultados que, si bien no son alarmantes, sí han encendido ciertas alarmas en la exigente hinchada capitalina.
En la Copa Libertadores, el equipo ocupa actualmente el segundo lugar de su grupo, pero el desempeño ha dejado mucho que desear. El partido más criticado fue el empate ante Flamengo, un resultado que, pese al valor numérico, dejó una sensación amarga debido a la pobre propuesta futbolística exhibida.
Sánchez ha sido autocrítico. Reconoce la necesidad de mejorar especialmente en la generación de juego, afectada tras la salida de Ezequiel Piovi, pieza clave en el mediocampo albo en campañas anteriores. El entrenador también ha insistido en la importancia de respetar los procesos y promover jóvenes talentos. No obstante, ha recibido fuertes críticas por la falta de minutos otorgados a futbolistas juveniles como Ederson Castillo, quien ya ha tenido pasos destacados por procesos de selección, pero que no ha encontrado oportunidades en el primer equipo.
Otro de los puntos de cuestionamiento hacia Vitamina ha sido su aparente favoritismo por jugadores que él solicitó expresamente para reforzar la plantilla. Algunos de estos refuerzos, hasta el momento, no han rendido al nivel esperado, lo que ha generado incomodidad en parte de la afición y la prensa.
A pesar de estos tropiezos, la directiva de Liga de Quito ha respaldado públicamente al técnico argentino, destacando su trabajo en la consolidación de un grupo competitivo y su apuesta por un proyecto a largo plazo. El propio Sánchez ha reafirmado su compromiso, descartando categóricamente cualquier posibilidad de renuncia anticipada.
Entonces, ¿debe continuar Pablo ‘Vitamina’ Sánchez al frente de Liga de Quito?
Hay argumentos sólidos para ambas posiciones.
A favor, su historial exitoso reciente, su visión a mediano plazo y la solidez de su gestión en la interna del club. En contra, los resultados irregulares actuales, las dudas sobre su gestión de jóvenes talentos y la presión incesante de una hinchada que exige triunfos inmediatos.
El futuro de Sánchez dependerá, en gran medida, de su capacidad para revertir la actual situación deportiva. Mejorar la generación de juego, ser más valiente en sus planteamientos y apostar decididamente por el talento emergente podrían ser las claves para no solo mantenerse en el cargo, sino también reconquistar la confianza plena de los aficionados albos.
Por ahora, el crédito de ‘Vitamina’ Sánchez sigue vigente, pero en el fútbol de élite, la paciencia siempre tiene fecha de caducidad.
Escrito por Paul Mantilla.