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El VIH en Ecuador: evolución, cifras y desafíos actuales hasta 2025

¿Estamos realmente preparados como sociedad para responder con empatía, información y acción frente al VIH en Ecuador?

Desde los primeros casos registrados en los años 80 hasta las cifras más recientes de 2025, la historia del VIH en Ecuador ha sido un camino de avances médicos, retrocesos sociales y desafíos persistentes. Aunque existen políticas públicas sólidas y una red institucional comprometida, el estigma y la desinformación siguen siendo dos de los mayores obstáculos para quienes viven con el virus.

Historia y evolución del VIH en Ecuador

En 1984 se confirmaron los primeros casos de VIH en el país, en medio de una sociedad poco informada y llena de prejuicios. Desde entonces, el virus ha dejado de ser considerado una sentencia de muerte para convertirse, gracias a los avances médicos, en una condición crónica manejable.

En 1987 se creó el Programa Nacional del VIH/Sida, que más tarde se fortaleció y reestructuró como la Estrategia Nacional de Prevención y Control del VIH, impulsada por el Ministerio de Salud Pública (MSP). A través de este programa, se han implementado acciones para ampliar el acceso a pruebas, tratamientos antirretrovirales gratuitos y campañas educativas.

Uno de los hitos más importantes fue en 1998, cuando la Constitución reconoció el derecho a la salud como un derecho fundamental. Posteriormente, en el año 2000, se aprobó la Ley para la Prevención y Asistencia Integral del VIH/Sida, que garantiza atención, tratamiento y prevención desde un enfoque de derechos humanos.

Compromisos internacionales y enfoque de derechos

En 2001, Ecuador firmó la Declaración de Compromiso en la Sesión Especial sobre VIH/Sida de las Naciones Unidas (UNGASS), comprometiéndose a fortalecer su respuesta nacional. A partir de entonces, se ha trabajado en la articulación interinstitucional, especialmente con ONGs y colectivos que luchan por la visibilidad y dignidad de las personas que viven con VIH.

Sin embargo, la aplicación efectiva de las leyes aún enfrenta vacíos institucionales, prejuicios dentro del personal de salud y una baja inversión en educación sexual integral, especialmente en adolescentes y jóvenes.

Situación epidemiológica reciente (hasta 2022)

Casos nuevos:

  • En 2022 se reportaron 5.142 nuevos casos de VIH a nivel nacional.
  • La tasa poblacional fue de 28,58 casos por cada 100.000 habitantes.

Provincias más afectadas:

  • Guayas: 1.646 casos (32,01%)
  • Pichincha: 1.006 casos (19,56%)
  • Manabí: 435 casos (8,46%)
  • Esmeraldas: 250 casos (4,86%)
  • El Oro: 229 casos (4,45%)

Estas cifras reflejan una mayor concentración de casos en zonas urbanas y costeras, donde también existen altos índices de pobreza, falta de acceso a salud sexual integral y estigmatización social.

Provincias con mayor tasa por cada 100.000 habitantes:

  • Napo: 61,80
  • Morona Santiago: 43,44
  • Santo Domingo: 42,59
  • Galápagos: 40,58
  • Esmeraldas: 37,88

Mortalidad y brechas en la atención

La provincia con mayor número de defunciones por VIH fue Guayas, con 277 muertes en 2022, lo que representa el 47,11% del total nacional. Le siguen Los Ríos (13,67%), Pichincha (6,31%) y Manabí (6,14%).

Este dato revela una preocupante brecha en el acceso a tratamientos oportunos y continuidad médica. En muchas zonas rurales, el diagnóstico llega demasiado tarde y los tratamientos no están disponibles de forma constante. La atención no solo debe ser accesible, sino también digna y libre de prejuicios.

Año 2025: situación actual y avances

Hasta marzo de 2025, Ecuador ha reportado 608 nuevos casos de VIH, lo que proyecta una leve reducción con respecto a los años anteriores. Aunque este descenso es positivo, aún no es suficiente para hablar de un control sostenido. Se estima que el 2024 cerró con cerca de 4.000 nuevos casos, lo que mantiene una tendencia preocupante.

Los datos siguen concentrándose en personas entre 15 y 49 años, siendo este el grupo de mayor actividad sexual y, por tanto, el más expuesto. Además, los hombres representan más del 70% de los diagnósticos, aunque también existe un subregistro en mujeres y poblaciones transgénero debido a barreras estructurales.

En la provincia de Guayas, la Fundación VIHDA invita a la ciudadanía a realizarse la prueba de VIH de forma rápida y segura. El costo para hombres y mujeres es de $5,00, mientras que para mujeres embarazadas la prueba es completamente gratuita.

Estas campañas buscan fomentar el diagnóstico temprano, evitar nuevas transmisiones y contribuir a la normalización del testeo como parte del autocuidado sexual. Hacerse la prueba no solo salva vidas, sino que también empodera.

La Estrategia Nacional de Prevención y Control del VIH/Sida-ITS (ENVIH) lidera las acciones actuales en el país. Esta estrategia busca garantizar el acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, enfocándose en poblaciones clave, como hombres que tienen sexo con hombres (HSH), mujeres trans femeninas (MTF) y trabajadores/as sexuales.

Desafíos urgentes:

  • Fortalecer la educación sexual integral en escuelas y colegios
  • Romper el estigma social asociado al VIH
  • Garantizar medicamentos sin interrupciones
  • Sensibilizar a profesionales de la salud
  • Aumentar la cobertura en zonas rurales y amazónicas

A pesar de los avances, muchas personas que viven con VIH todavía temen perder su empleo, ser rechazadas por su familia o recibir un trato indiferente en centros médicos. Estas formas de discriminación son tan dañinas como el virus mismo.

El problema del VIH en Ecuador no radica solo en las cifras: está en la ignorancia colectiva, en los prejuicios, en el miedo y en el silencio. Si bien los avances médicos han convertido al VIH en una condición crónica controlable, aún queda mucho por hacer desde el enfoque social y educativo.

Usar protección no es una cuestión de desconfianza, sino de responsabilidad. Hacerse la prueba no debe dar miedo, sino brindar tranquilidad. Y vivir con VIH no debería ser sinónimo de rechazo, sino de resiliencia.

El VIH no discrimina, pero nosotros sí. Discriminar a una persona por vivir con el virus es ignorar todo el camino que ha recorrido, todo el dolor que ha enfrentado y toda la fuerza que demuestra cada día.

La verdadera prevención no está solo en los preservativos, sino en la empatía. En hablar del tema, en informarnos sin prejuicios, en aceptar que todos somos responsables de cuidar de todos.

Usemos protección, hagámonos la prueba y, sobre todo, tengamos empatía con quienes viven con VIH. No más discriminación, sí a la información.

Escrito por: Jhorlene Pinargote

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