Liga de Quito volvió a caer de visita por el torneo local frente a Mushuc Runa. Los dirigidos por Éver Hugo Almeida están siendo la sensación del continente por sus muy buenas presentaciones en los partidos de Copa Sudamericana que han disputado. Todo lo contrario sucede con LDU, que, a pesar de jugar en un estadio totalmente blanco, carece de ideas ofensivas y muestra niveles individuales que dejan mucho que desear.
Nivel de algunos jugadores
En cada rueda de prensa que puede, Vitamina Sánchez trata de justificar la falta de goles y creatividad en los últimos metros de la cancha con su defensa. En lo que va del 2025, al equipo albo solo le han marcado 4 goles, una cifra muy buena que perdió garantía ayer con la tremenda falla de Domínguez en el gol de Bruno Miranda, que, a priori, terminaría siendo el del triunfo.
Gonzalo Valle venía siendo figura en los últimos partidos de Liga, y a pesar de esto, el DT decidió que en el cotejo jugado en Riobamba el titular fuera Dida. Una decisión un tanto incoherente, ya que el dos veces mundialista venía saliendo de una lesión de muñeca, y la falta de ritmo se notó.
La misma falta de ritmo que muestran muchos jugadores que, al momento de ingresar, no representan ninguna solución. Pero ellos seguramente se justifican en la falta de minutos, que al final, en lo físico, les puede afectar por no tener suficiente continuidad.
Minutos que, en cambio, a Carlos Gruezo le sobran. El mediocampista de 29 años ha sido titular en los últimos cinco partidos, y su nivel de juego sorprende para mal. Gruezo llegó como gran estrella en la Noche Blanca de este año, pero sus números y desempeño en la cancha no son los que todos esperaban. El jugador tiene más faltas cometidas y tarjetas amarillas que asistencias, goles o chances ofensivas creadas. Es injustificable que el técnico nunca lo saque y siempre lo alinee como titular.
DT y dirigencia
Todas las decisiones polémicas dentro del equipo que mencionamos anteriormente tienen un solo responsable: Vitamina Sánchez. El estratega argentino llegó a mediados del año pasado para tratar de borrar la mancha que había dejado el cuestionado técnico español, Joseph Alcácer. Sin haber armado el equipo y con tan solo seis meses al cargo, Vitamina logró que su 4-3-3 funcionara en Liga y se consiguiera el tan ansiado Bicampeonato.
Aciertos como el de sacar a Ramírez de la banca para colocarlo como extremo por derecha y la inclusión de Fernando Cornejo (jugador traído por él) le dieron todo el crédito para que su proceso continuara y, por qué no, intentar luchar por ganar la segunda Libertadores.
Estamos en medio de abril y no queda ni la sombra de ese equipo. Las salidas de Piovi y Julio no fueron suplidas con altura, y la terquedad del técnico por tratar de jugar con la misma alineación del año pasado, sin tener a los intérpretes correctos, le está costando a Liga prácticamente regalar el torneo local en el primer semestre del 2025.
En Copa Libertadores quizá aún le queda una vida a Vitamina, porque ya en dos fechas sumó 4 puntos y le quedan dos partidos de local, uno de ellos contra Flamengo el próximo martes, partido en donde los albos se juegan el semestre. Si llegan a conseguir el triunfo, le sacarían 4 puntos al equipo brasileño con 9 en disputa.
Sin duda, el hincha de Liga está muy molesto, ya que puertas adentro no existe una autocrítica. Tanto Vitamina Sánchez como los Álvarez son responsables de que el equipo se encuentre en esta situación, la cual claramente puede cambiar para bien o para mal el viernes, cuando Liga reciba a Aucas en el Superclásico Capitalino.