El reciente debut de Darwin Guagua con la selección absoluta de Ecuador ha generado polémica y duda respecto a los criterios de convocatoria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Según una investigación de Diario EXTRA, audios filtrados sugieren que su inclusión en el partido contra Chile podría haber estado motivada por intereses económicos, buscando facilitar su traspaso al fútbol europeo .
Hasta el momento el jugador de 17 años no ha debutado en primera división y tampoco es titular en Independiente Juniors (equipo filial de IDV). Sin embargo, al disputar aproximadamente 60 minutos con la selección nacional, cumple con uno de los requisitos para obtener una visa de trabajo en el Reino Unido: haber jugado al menos el 35% de los minutos disponibles con la selección absoluta. Esto incrementa su atractivo para clubes europeos, especialmente en mercados como la Premier League inglesa.
La decisión de alinearlo ha generado malestar dentro del plantel nacional. John Yeboah, quien fue descartado para el partido ante Chile, expresó en redes sociales que no estaba lesionado y podía jugar. Otros jugadores, como Jeremy Sarmiento y Kenny Arroyo, mostraron su apoyo a Yeboah, sugiriendo descontento con las decisiones técnicas.
Además dirigentes de varios equipos de primera división han cuestionado las recientes convocatorias de la Tri, Luis Alfonso Chango (presidente de Mushuc Runa) y Antonio Álvarez (presidente de Barcelona) expresaron su malestar por la inclusión de un jugador sin experiencia en primera división. Es fundamental que las convocatorias se basen en el mérito deportivo y no en estrategias de valorización para transferencias internacionales.
Transparencia ante todo
La Federación Ecuatoriana de Fútbol no puede seguir jugando con la ilusión de los hinchas ni con la integridad del proceso de selección nacional. Priorizar intereses comerciales por encima del verdadero mérito deportivo no solo perjudica la credibilidad del equipo, sino que también desmotiva a los futbolistas que se esfuerzan día a día por ganarse un lugar.
Si la camiseta de la selección se convierte en una moneda de cambio para negocios particulares, el futuro del fútbol ecuatoriano estará comprometido. Es urgente que la FEF actúe con transparencia, responsabilidad y respeto hacia quienes realmente sostienen este deporte: los jugadores honestos y la afición.