Con una ceremonia sobria y un discurso breve, Daniel Noboa asumió formalmente su primer mandato completo como presidente del Ecuador. Sin embargo, más allá del protocolo, la jornada estuvo cargada de señales políticas, estratégicas y comunicacionales que merecen una lectura crítica desde distintos frentes: la política interna, el entorno internacional y el termómetro digital de las redes sociales.
Un acto marcado por la ausencia: la diplomacia en entredicho
Uno de los aspectos que más llamó la atención de la ceremonia fue la baja asistencia de mandatarios extranjeros. Apenas dos presidentes latinoamericanos estuvieron presentes: Gustavo Petro (Colombia) y Dina Boluarte (Perú), acompañados por dos vicepresidentes de República Dominicana y El Salvador
Según cifras proporcionadas por InformaEc, se trató de la segunda ceremonia de posesión con menor asistencia de jefes de Estado desde 2007. Veamos cómo se compara:
- Rafael Correa (2013): 12 presidentes presentes.
- Lenin Moreno (2017): 10 mandatarios.
- Guillermo Lasso (2021): 4 presidentes y un vicepresidente.
- Daniel Noboa (2024): solo dos presidentes y dos vicepresidentes.
Este dato enciende una luz de alarma. ¿Ecuador está perdiendo relevancia geopolítica? ¿Se trata de un reajuste de prioridades diplomáticas en la región o refleja una percepción débil del liderazgo de Noboa? Para algunos analistas, como el sociólogo Hernán Reyes, la ceremonia fue “una postal del aislamiento diplomático que vive el país, pese a los esfuerzos del gobierno por posicionarse como un actor dinámico y moderno”.
Redes sociales: campo de batalla y termómetro emocional
Mientras en el recinto de la Asamblea la ceremonia transcurría con sobriedad, en redes sociales se vivía otro tipo de efervescencia. Según datos presentados por Alondra Enríquez, consultora político – digital, el evento generó:
- Más de 24.400 publicaciones en menos de 24 horas
- Un alcance estimado de 2,2 millones de “me gusta”
- 286.000 comentarios y 146.000 compartidos
Las plataformas con mayor movimiento fueron:
- TikTok: 40%
- Facebook: 25%
- Instagram: 24%
- Twitter (X): solo 8,69%
A pesar de la circulación de hashtags negativos como #PresidenteIlegítimo o #NoboaEsFraude , un análisis de sentimiento reveló que el 64.71% del contenido generado fue positivo. Esto indica que, aunque existe una crítica latente, la percepción general del acto fue favorable, especialmente entre audiencias jóvenes y apolíticas.
La estrategia digital del gobierno parece estar funcionando en términos de control narrativo. No obstante, también deja entrever una desconexión entre el entusiasmo virtual y la solidez de las propuestas en la vida real.
El discurso
El mensaje de Noboa duró apenas 19 minutos, y aunque incluyó referencias culturales como una cita al dramaturgo Bertolt Brecht, fue percibido como un discurso sin propuestas concretas.
Según el análisis de Hernán Reyes, el tono fue más cercano a una narrativa electoral de combate que a un proyecto de gobierno a cuatro años. “La ciudadanía esperaba una hoja de ruta clara, pero lo que recibió fue una reafirmación del ‘yo contra ellos’ que caracterizó la campaña y su corto mandato previo», señaló.
La ausencia de menciones a políticas sociales, económicas o de seguridad concretas alimentó el escepticismo en algunos sectores. ¿Dónde están los compromisos con la educación, el empleo, la inversión extranjera o la reconstrucción institucional? El silencio era evidente.
La imagen de Noboa
Daniel Noboa se ha esforzado por construir una imagen presidencial joven, disruptiva y tecnológica. Su estrategia visual y su presencia en redes lo posicionan como un político de nueva era. Sin embargo, la posesión dejó ver que esa imagen aún no logra traducirse en legitimidad internacional ni en un liderazgo sólido a nivel interno.
En política, la forma importa, pero el fondo sostiene. Y por ahora, el fondo parece aún en construcción.
¿Qué se juega Ecuador en este nuevo mandato?
Con una Asamblea dividida, altos niveles de inseguridad, una economía frágil y crecientes demandas sociales, Noboa enfrenta una prueba de fuego. Su victoria en las urnas le otorgó un capital político que debe usar con inteligencia, estrategia y diálogo.
Lo que está en juego no es solo su imagen como mandatario joven y moderno, sino el rumbo institucional de un país que lleva años transitando por caminos de inestabilidad y desconfianza.
Espacios de análisis
El debate no terminó con la ceremonia. En el Space organizado junto a Equinoccio digital media se analizaron en tiempo real las señales que dejaron la posesión. Participaron expertos como Alondra Enríquez y Hernán Reyes, quienes ofrecieron una mirada multidimensional del evento.
Puedes escuchar el análisis completo en nuestro perfil de X (antes Twitter) y seguir sumándote a la conversación sobre el futuro político del país.
¿Qué nos dice esta investidura?
La toma de posesión de Daniel Noboa fue más que un evento ceremonial. Fue un acto simbólico que dejó claras muchas cosas: la fragilidad de nuestra diplomacia, la potencia de las redes como espacio de legitimación, y la persistencia de una narrativa sin propuestas.
Y aunque el presidente ha logrado mantener una popularidad sostenida en encuestas, el verdadero reto inicia ahora: gobernar con visión, resultados y alianzas.
- ¿Qué papel jugará Ecuador en la geopolítica latinoamericana durante los próximos cuatro años?
- ¿Podrá Noboa cumplir con las altas expectativas generadas por su estilo joven y disruptivo?
- ¿Tendremos una gestión orientada a resultados o una administración sostenida solo en imagen?
A la ciudadanía, periodistas y analistas observamos este nuevo período con espíritu crítico, exigiendo planos reales, políticas concretas públicas y transparencia.
Y a quienes gobiernan: recuerden que una imagen vale mucho, pero un buen gobierno vale más.
Puede escuchar el Espacio completo con datos, opinión y debate sobre lo que dejó este acto político clave para Ecuador.
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Escrito por: Jhorlene Pinargote