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El precio de la crueldad: así enfrenta Ecuador el maltrato animal

¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a los animales en Ecuador?

En Ecuador, el maltrato animal ha dejado de ser una problemática ignorada para convertirse en un tema de interés público, legal y social. A partir de junio de 2020, con la reforma del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el país estableció una serie de sanciones que buscan frenar la violencia contra los animales, imponiendo desde multas económicas hasta penas privativas de libertad. Aunque aún existen brechas en la aplicación efectiva de la ley, los avances legislativos y la participación ciudadana han marcado un antes y un después en la lucha contra el maltrato animal.

Un problema estructural con consecuencias visibles

Durante años, los casos de abuso contra animales en Ecuador fueron tratados como simples infracciones administrativas o ignorados completamente. Sin embargo, los testimonios ciudadanos, la presión de organizaciones de defensa animal y el incremento de casos viralizados en redes sociales generaron un cambio en la percepción pública. Hoy en día, maltratar a un animal ya no se considera un acto menor, sino un delito que debe ser sancionado.

El marco legal: lo que dice el COIP

Desde la reforma al COIP en 2020, el maltrato animal está tipificado como delito. Las sanciones dependen de la gravedad del daño causado al animal:

  • Lesiones graves: pena de 1 a 3 años de prisión.
  • Lesiones leves: pena de 2 a 6 meses de prisión.
  • Crueldad o tortura: pena de 6 meses a 1 año de prisión.

Estas penas se aplican a quienes causen sufrimiento físico o psicológico a los animales, ya sea mediante golpes, abandono, encierro prolongado, falta de atención veterinaria o alimentación inadecuada.

Ordenanzas municipales en las principales ciudades del Ecuador

A nivel municipal, ciudades como Quito y Guayaquil han implementado ordenanzas específicas para sancionar el maltrato animal. En Quito, por ejemplo, la multa puede llegar hasta los $4.600, mientras que en Guayaquil oscila entre $1.380 y $3.220, acompañada de trabajo comunitario.

Estas ordenanzas refuerzan el marco legal nacional y permiten actuar con mayor rapidez ante las denuncias, al contar con entidades especializadas como la Unidad de Bienestar Animal (UBA) y la Agencia Metropolitana de Control (AMC).

¿Cuál es el papel de la ciudadanía y los medios en este tema?

Uno de los cambios más relevantes ha sido el papel activo de la ciudadanía. Las denuncias a través de redes sociales y plataformas oficiales han sido clave para visibilizar casos que, en el pasado, pasaban desapercibidos. Historias como la de Ninja, un french poodle hallado amarrado y con laceraciones en Calderón, al norte de Quito, han generado indignación y una respuesta inmediata de las autoridades.

Gracias a la denuncia ciudadana, la Unidad de Bienestar Animal intervino, constató el maltrato y aplicó una multa de $4.730 al tutor, quien admitió haber ejercido violencia sobre el animal.

Otro caso de maltrato animal: el rescate de perros en estado extremo de desnutrición

En noviembre de 2024, la Unidad de Bienestar Animal (UBA), en colaboración con Protección Animal Ecuador y la Policía Nacional, llevó a cabo un rescate en Guamaní, al sur de Quito. Dos perros fueron encontrados en estado severo de desnutrición, rodeados de condiciones deplorables. La situación se tornó aún más perturbadora al descubrirse un tercer perro muerto, presuntamente víctima de canibalismo por parte de los otros dos debido a la falta extrema de alimentos.

Aunque las autoridades ingresaron al domicilio para el rescate, no se identificó a un presunto responsable en el lugar. Los canes rescatados recibieron atención especializada, mientras las investigaciones buscan determinar culpabilidades.

Este tipo de casos refleja la efectividad de la legislación cuando se combina con la vigilancia social.

Brechas y desafíos pendientes para las entidades

A pesar de los avances, existen desafíos importantes. En muchas ciudades, la falta de presupuesto, la escasa capacitación de funcionarios o el desconocimiento de la normativa limita la aplicación efectiva de la ley. Además, no todos los cantones cuentan con ordenanzas claras o con entidades especializadas en bienestar animal.

Para fortalecer la lucha contra el maltrato animal, es necesario:

  • Unificar criterios legales entre el COIP y las ordenanzas locales para evitar vacíos o contradicciones.
  • Fortalecer las instituciones encargadas del control animal, dotándolas de personal, formación y presupuesto adecuados.
  • Fomentar la educación y concienciación ciudadana sobre los derechos de los animales y la importancia de su protección.
  • Crear registros nacionales de maltrato animal para detectar reincidencias y coordinar acciones entre municipios.
  • Promover la adopción responsable y el cierre de criaderos ilegales que fomentan el abandono y la explotación.

Hacia una sociedad más justa que proteja los derechos de los animales

El maltrato animal no es un tema menor ni aislado. Es un reflejo de las relaciones que establecemos como sociedad con los seres más vulnerables. Ecuador ha dado pasos importantes al reconocer legalmente el sufrimiento animal y sancionar a los responsables. Sin embargo, el camino hacia una protección integral aún está en construcción.

Una legislación efectiva, una ciudadanía activa y una cultura de respeto son pilares fundamentales para garantizar el bienestar de todos los seres vivos. Porque el verdadero progreso también se mide en la forma en que cuidamos a quienes no tienen voz.

¿Crees que las multas económicas son suficientes para frenar el maltrato animal?

Escrito por: Carol Quimi

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