Con precios de hasta $7 por una taza de café en Nueva York, el futuro del café parece costoso debido a factores económicos y ambientales que afectan las principales regiones productoras.
El precio del café crudo ha alcanzado niveles históricos, según la analista Judy Ganes, y la culpa recae en la escasez de granos, las condiciones climáticas y problemas de mercado. Una helada en Brasil y la sequía en Vietnam han reducido la producción de Arábica y Robusta, los granos más usados.
Además, algunos agricultores vietnamitas han cambiado el café por durián, una fruta maloliente pero lucrativa, lo que ha reducido la oferta de café Robusta.
El cambio climático sigue siendo una amenaza a largo plazo. Se estima que, para 2050, la tierra adecuada para el cultivo de café podría disminuir en un 50%, lo que plantea desafíos para la industria. Una solución propuesta es un «impuesto verde» para apoyar prácticas agrícolas sostenibles.