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El colapso relámpago del ejército sirio: ¿Por qué cayó Al-Assad como un castillo de naipes?

El fin del régimen de Bashar al-Assad tomó a muchos por sorpresa. En cuestión de semanas, un conflicto que parecía atrapado en un punto muerto desde hace 13 años culminó con el colapso del ejército sirio y el avance definitivo de los rebeldes liderados por Hayat Tahrir al-Sham.

Pero, ¿cómo es posible que uno de los ejércitos más grandes de la región, respaldado por potencias como Rusia e Irán, sucumbiera tan rápidamente? Las respuestas son un recordatorio de que la fuerza militar en papel no siempre se traduce en poder real.

Fragilidad desde dentro
Aunque Siria presumía de un arsenal considerable, la realidad era otra. La guerra civil y las sanciones económicas devastaron la moral y la capacidad operativa del ejército. Soldados mal pagados, algunos recibiendo salarios equivalentes a menos de $20 al mes, y carencias básicas como alimentos, erosionaron su voluntad de lucha. La deserción se volvió habitual, dejando al régimen sin una base sólida para resistir.

El retiro de aliados clave
El apoyo militar de Irán, Hezbolá y Rusia, que había mantenido al régimen en pie durante años, disminuyó drásticamente. Las prioridades cambiaron: la invasión rusa de Ucrania y las pérdidas de Hezbolá en el Líbano drenaron recursos críticos. Sin ese respaldo externo, el ejército de Al-Assad quedó desarmado, tanto literal como simbólicamente.

Un rival unificado y estratégico
Del otro lado, los rebeldes demostraron haber aprendido de sus errores pasados. Unidos bajo un mando común, con tácticas claras y un discurso que prometía respeto por las creencias y libertades civiles, lograron no solo ganar terreno militar, sino también confianza entre la población civil.

El colapso del régimen sirio, como muchos expertos han señalado, evoca paralelismos con la caída del Sha de Irán en 1979: una fachada de fuerza que se desmorona cuando el apoyo interno y externo desaparece. Más allá de las armas, fue la falta de cohesión, liderazgo y confianza lo que condenó a Al-Assad.

¿Es este el principio de una nueva era en Siria? Solo el tiempo dirá si los vencedores logran evitar los errores del pasado o si este capítulo es solo otro giro en la turbulenta historia del país.

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