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Ecuador en riesgo de recesión: ¿por qué la inflación negativa no es una buena noticia?

Ecuador cerró 2024 con un panorama económico sombrío, marcado por una contracción de la economía que reflejó las profundas crisis estructurales que atraviesa el país. A pesar de los esfuerzos del gobierno de Daniel Noboa, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue negativo, con una caída del 2,5 % en comparación con el año anterior. Esta caída fue el resultado de diversos factores, incluyendo una débil inversión privada, la escasez de energía y el alto costo de los insumos básicos.

En lo que va de 2025, la situación no ha mejorado. A pesar de las expectativas de recuperación, la inflación sigue siendo una preocupación central. El hecho de que la inflación haya sido negativa en abril es incluso más preocupante. Los indicadores laborales continúan siendo inciertos, con una tasa de desempleo que apenas se reduce y las tasas de pobreza que siguen siendo alarmantes.

Pobreza y migración: factores que desestabilizan la economía

La pobreza sigue siendo un desafío clave, con un 28 % de la población ecuatoriana viviendo dentro de la línea de pobreza. Además, otro aspecto que desestabiliza la economía ecuatoriana es la migración. Esta sigue siendo una constante, ya que miles buscan mejores oportunidades en otros países debido a la falta de empleo y las altas tasas de pobreza.

La situación económica es un reflejo de los problemas estructurales del país. Entre ellos están la dependencia del petróleo, una alta carga fiscal y un entorno poco favorable para el emprendimiento.

¿Qué es la inflación y la inflación negativa?

La inflación es el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios en un país durante un período determinado. Este fenómeno es una de las variables económicas más monitoreadas, ya que afecta directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos y tiene un impacto sobre el costo de vida.

En términos simples, cuando hay inflación, el dinero pierde su valor con el tiempo. Los consumidores necesitan más dinero para comprar los mismos productos y servicios.

Cuando hablamos de inflación negativa, también conocida como deflación, nos referimos a una disminución generalizada de los precios de bienes y servicios en una economía. A diferencia de la inflación, donde los precios aumentan, en la deflación los precios bajan.

Aunque en un primer momento esto puede parecer ventajoso para los consumidores —ya que con la misma cantidad de dinero pueden adquirir más productos—, la realidad es más compleja y peligrosa.

Deflación: una señal de alarma económica

La deflación generalmente refleja una economía débil, que está estancada o incluso en recesión. Uno de los principales problemas de la deflación es que puede ser un síntoma de debilidad en la demanda interna. Las personas, debido a la falta de recursos económicos, tienden a consumir menos.

Las empresas, ante la falta de ventas, se ven obligadas a bajar sus precios para intentar atraer compradores. Sin embargo, este ajuste no siempre resulta en una mejora. Si la caída de la demanda persiste, las empresas pueden enfrentarse a dificultades económicas graves, lo que las lleva a reducir la producción y, en muchos casos, a despedir empleados.

Este ciclo negativo puede desencadenar una recesión económica.

Ecuador y la inflación negativa en abril de 2025

En abril de 2025, Ecuador experimentó una inflación anual negativa del -0,69 %. Esto significa que, en comparación con abril de 2024, los precios de una amplia gama de productos y servicios bajaron. Es la primera vez en casi cuatro años que Ecuador registra una cifra negativa en su índice de precios al consumidor.

Aunque a primera vista podría parecer una buena noticia para los consumidores, la situación es más compleja de lo que parece.

Causas de la inflación negativa en Ecuador

Las principales razones de la inflación negativa en Ecuador se encuentran en factores externos e internos. En primer lugar, el gobierno implementó subsidios en el precio de la electricidad para las zonas afectadas por las lluvias. Esto impactó en la disminución de los costos.

Además, los feriados de IVA reducido en el sector turístico durante las festividades de Semana Santa ayudaron a reducir el costo de ciertos productos y servicios. Estas medidas contribuyeron a la caída de la inflación.

Sin embargo, una de las causas más profundas de la inflación negativa es la baja demanda interna. Los ecuatorianos, debido a la precariedad económica, están consumiendo menos. Esto lleva a una reducción en los precios, especialmente en sectores como la tecnología y la alimentación.

La falta de confianza en la economía y la incertidumbre respecto al futuro económico están frenando el gasto y las inversiones.

Consecuencias de la deflación para el país

Las consecuencias de la deflación pueden ser severas. La baja en los precios puede parecer favorable en el corto plazo, pero a largo plazo puede generar una espiral negativa.

Cuando los precios bajan, los consumidores tienden a retrasar sus compras, esperando que los precios sigan cayendo. Esto genera una caída en la producción, ya que las empresas enfrentan una menor demanda de sus productos.

A su vez, esto puede llevar a un aumento del desempleo, ya que las empresas necesitan menos mano de obra para producir bienes y servicios.

Además, la deflación incrementa el valor real de las deudas. Esto pone en una situación más complicada tanto a los hogares como a las empresas, que deben pagar sus obligaciones en un entorno de precios más bajos y menos ingresos.

¿Recesión económica? Los peligros que enfrenta el país

La deflación que está experimentando Ecuador es una señal de que el país podría estar enfrentando una recesión económica. La recesión se define como una desaceleración significativa de la actividad económica durante un período prolongado, generalmente durante dos trimestres consecutivos o más.

En un escenario de recesión, la economía se contrae, las empresas despiden empleados, las inversiones disminuyen y el consumo de los hogares se reduce.

Las consecuencias de una recesión son devastadoras para los ciudadanos. Estos se enfrentan a más desempleo, menos ingresos y una mayor pobreza. En Ecuador, la recesión puede resultar aún más destructiva debido a la alta tasa de endeudamiento público y privado.

El gobierno puede ver cómo su capacidad de generar ingresos disminuye, mientras los gastos en programas sociales y subsidios aumentan.

A medida que las condiciones económicas empeoran, la migración sigue siendo una solución para muchos ecuatorianos que buscan mejores oportunidades en otros países. Este éxodo de talento y mano de obra capacitada podría tener efectos negativos en la capacidad del país para recuperarse económicamente.

Escrito por: Alisson Inaquiza

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