La cita está pactada. Este domingo 18 de mayo, el Estadio Monumental Banco Pichincha volverá a ser el templo del fútbol ecuatoriano con una nueva edición del Clásico del Astillero, un choque que trasciende lo deportivo y se instala en la piel de una ciudad y un país que respiran fútbol. Barcelona SC y Emelec se enfrentan otra vez, con historias opuestas en la LigaPro 2025, pero con el mismo objetivo: ganar el honor más grande del balompié nacional.
Un Clásico con Más de 80 Años de Historia
El primer Clásico del Astillero se disputó el 22 de agosto de 1943 en el estadio Guayaquil, marcando el inicio de una de las rivalidades más intensas y tradicionales del país. Desde entonces, ambos clubes han protagonizado encuentros memorables que han definido campeonatos y encendido la pasión de sus respectivas hinchadas.
Hasta octubre de 2024, se habían disputado 235 partidos oficiales entre Barcelona y Emelec, con un historial bastante parejo: 75 victorias para Barcelona, 72 para Emelec y 88 empates. La paridad es casi perfecta, y eso demuestra la intensidad con la que se vive cada edición. No importa el lugar en la tabla, no importan las rachas, el Clásico del Astillero siempre se juega con el alma.
Realidades Opuestas en la LigaPro 2025
Barcelona SC llega al Clásico como líder de la LigaPro 2025, con 25 puntos y un partido pendiente. A pesar de su irregular rendimiento colectivo, ha sido constante en la cima del campeonato y por ello es considerado uno de los principales candidatos al título.
Emelec, en cambio, atraviesa una temporada complicada. Actualmente se ubica en la duodécima posición con 13 puntos. El equipo dirigido por Jorge Célico ha tenido dificultades para encontrar regularidad, y el Clásico aparece como una oportunidad para cambiar el rumbo.
Últimos Enfrentamientos
En la Noche Amarilla disputada en febrero de 2025, Barcelona venció 1-0 a Emelec con gol de Janner Corozo. Aunque se trató de un amistoso, ese partido dejó sensaciones claras sobre el presente de ambos equipos.
En los últimos clásicos oficiales, la balanza también se ha inclinado ligeramente hacia Barcelona, aunque la rivalidad siempre se mantiene abierta y disputada.
¿Qué está en juego realmente?
Barcelona quiere ratificar su posición de líder, mantener la diferencia sobre sus perseguidores y llegar con confianza a la recta final de la primera etapa. Emelec, por su parte, necesita una reacción inmediata. Perder este partido podría condenarlo a pelear en la parte baja, algo impensado para un club de su historia y tradición.
Pero también está en juego el orgullo, el legado y la identidad. Gana quien logra imponer su historia y carácter. Gana quien convierte la presión en combustible y el escudo en armadura. Gana quien entiende que el Clásico no se juega, se gana.
Escrito por Paul Mantilla