La LigaPro ha tomado una decisión tan inesperada como acertada: adelantar el horario del partido entre Liga de Quito y Técnico Universitario, correspondiente a la Fecha 15 de la LigaPro Ecuabet 2025. El duelo, que estaba previsto para las 14:00 del sábado 31 de mayo, se jugará finalmente a las 11:30 en el estadio Rodrigo Paz Delgado.
Lejos de obedecer a razones logísticas o exigencias de la televisión, el cambio responde a una coincidencia que pudo haber provocado un conflicto innecesario: el cruce horario con la final de la UEFA Champions League 2025, donde el ecuatoriano Willian Pacho buscará la gloria con el PSG frente al Inter de Milán.
Una lectura inteligente del contexto
Este ajuste no es menor. Representa una señal de que la LigaPro está empezando a comprender mejor el contexto emocional y simbólico en el que se mueve el fútbol ecuatoriano. Porque obligar al aficionado a elegir entre el equipo de su ciudad y un compatriota disputando una final histórica hubiera sido, en términos de conexión con la audiencia, un error de cálculo enorme.
Miguel Ángel Loor, presidente de LigaPro, fue claro al confirmar la modificación: se trata de un gesto de empatía con la hinchada. En un ecosistema donde los calendarios suelen responder más a contratos televisivos que a realidades deportivas, esta decisión se destaca como un paso en la dirección correcta. La organización se alineó, por una vez, con el corazón del hincha.
Una final que trasciende fronteras
El valor simbólico de ver a Willian Pacho disputar la final del torneo de clubes más importante del mundo es incalculable. Pacho representa no solo el talento ecuatoriano en la élite, sino también el esfuerzo, la disciplina y el sueño de miles de jóvenes que anhelan llegar a ese nivel. Ignorar esa realidad habría sido dar la espalda al verdadero impacto del fútbol como fenómeno cultural.
Además, la nueva franja horaria abre oportunidades interesantes. Convertir el sábado en una jornada doble de emociones —con fútbol local en la mañana y fútbol europeo por la tarde— genera un ambiente propicio para que la afición se movilice, llene el estadio y luego se reúna a ver la final. La experiencia del hincha gana, y eso también debería importar.
Lo que queda pendiente: planificación con visión
Este acierto, sin embargo, también deja al descubierto una falencia crónica del fútbol ecuatoriano: la falta de previsión. No es la primera vez que partidos locales coinciden con eventos internacionales de alto impacto. La Federación Ecuatoriana de Fútbol, la LigaPro y los canales de televisión deben entender que el calendario ya no puede diseñarse en un vacío.
Fechas como la final de Champions, las eliminatorias o los Juegos Olímpicos deberían considerarse desde el arranque. Anticipar estas situaciones no solo evita incomodidades logísticas, sino que también muestra una imagen profesional del campeonato y sus organizadores. En el ecosistema globalizado del deporte, la sensibilidad cultural y mediática es indispensable.
Una decisión que suma en todos los frentes
Al final del día, la LigaPro acertó. Supo leer el momento, se alineó con la hinchada y proyectó una imagen empática. Aunque la corrección llegó sobre la marcha, fue una rectificación necesaria. Ojalá no sea un hecho aislado, sino el inicio de una gestión más proactiva y conectada con el entorno social y emocional del aficionado.
La reprogramación del Liga vs. Técnico Universitario no solo permite que más personas disfruten del espectáculo local, sino que reconoce —sin complejos ni nacionalismos mal entendidos— que hay momentos que merecen ser compartidos por todos. Y uno de ellos será ver a Willian Pacho intentar escribir historia en Europa.
Escrito por Jefferson Yazuma